Serie Kid Comfort
Serie Kid Comfort
Kid Comfort Active y Kid Comfort Active SL
¡Ahora es más fácil que nunca!
Gracias a la ventilación del nuevo sistema de espalda compacto Lite Air, esta mochila portabebés es absolutamente ligera. La zona de la sillita, a la que se accede por el lateral, es muy cómoda, con un arnés de seguridad de fácil acceso y sin complicaciones, y se ha confeccionado en un material muy suave.
Para las mamás montañeras, ofrecemos esta mochila con estructura en la versión SL, cuyo sistema de carga se ha adaptado especialmente a la anatomía femenina. Es perfecta para las madres que buscan una silla portabebés que se ajuste bien, con correas para los hombros más finas y con alerones cónicos para las caderas.
Kid Comfort
Cómoda y envolvente
El nuevo e ingenioso sistema de malla Aircomfort Sensic Vario para la espalda te permitirá disfrutar más de la montaña en familia: la carga se distribuye a la perfección, y la silla portabebés queda bien ajustada al tiempo que la espalda recibe una ventilación total. El niño va a todo confort: la almohadilla, suave y de gran tamaño, recoge con delicadeza la cabeza, incluso por las esquinas, y le ofrece soporte para echar un sueño con toda tranquilidad. El acceso lateral y el sistema de cinturón fácil de usar de la sillita velan por la seguridad del niño, garantizada con el sello de aprobación TÜV GS.
Kid Comfort Pro
La sillita profesional con todos los detalles
Esta mochila portabebés profesional se suministra con una mochila de día independiente integrada para ir al cambiador o al carrito con total comodidad. Además, cuenta con un techo solar y un espejo retrovisor para echarle un vistazo al niño.
Bernd y su esposa decidieron formar una familia a una edad relativamente avanzada. Hasta entonces, habían disfrutado a tope de la vida y se dedicaban al montañismo y el esquí. El cambio fue incluso mayor para su esposa, ya que los desplazamientos desde el coche hasta las paredes de escalada se veían muy limitados con el carrito del bebé. En una fábrica de Asia, Bernd descubrió una solución sencilla a la vez que ingeniosa: un portabebés que por aquí apenas se conocía a principios de los años 90. El modelo, de una marca americana, era incómodo, pero, con el niño a la espalda, la movilidad de los padres parecía infinita. Poco a poco, los días de escalada volvieron al calendario.
Cuando llegó el segundo niño a la familia Kullmann, Bernd tuvo muy claro que había que diseñar un portabebés. Para ello, tenía que encontrar una solución a un gran problema: la longitud de la parte posterior de la mochila americana era ideal para Bernd, pero le quedaba grande a su mujer. Por eso, el nuevo producto de deuter necesitaba un sistema que permitiera ajustar la longitud de la parte posterior para ajustarse a la espalda. Nuestro socio de producción desde hacía varios años no parecía muy contento con la idea al principio y se preguntaba qué nueva ocurrencia habían tenido los alemanes. Después de discutir en profundidad sobre ello, se halló una solución: el sistema de carga VariQuick, que habíamos desarrollado unos años antes para las mochilas de trekking, ahora podría utilizarse en un portabebés.
Había nacido el modelo deuter Kid Comfort I.
Tras realizar varias pruebas del prototipo y descubrir otros problemas, Bernd Kullmann decidió pasar a la acción. Llamó a Pit Schubert, ingeniero titulado y, por aquel entonces, experto en seguridad de la asociación alpina de Alemania, y le explicó los problemas. Pit Schubert aconsejó a Bernd acudir a la TÜV, la agencia alemana de certificación técnica. Bernd empezó a trabajar con la TÜV para definir los criterios de mejora de la seguridad del portabebés. Quedaba mucho trabajo por delante: desde el uso de una nueva pieza articulada con espaciadores para evitar que los niños metieran los dedos en la estructura hasta pruebas de sustancias contaminantes, instrucciones de seguridad y una prueba de resistencia.
En la prueba de resistencia se utilizó un maniquí de madera sometido a movimientos mecánicos para simular desplazamientos hacia arriba. Había que realizar 20 000 cambios de carga, equivalentes a 20 000 metros de diferencia de altitud en ascenso o descenso. Para las pruebas, se colocó un bebé de madera con una placa de 5 kg de peso en la sillita. Dos días después, Bernd llamó a la TÜV para preguntar por los resultados. El compañero de la TÜV se había olvidado por completo de la prueba en curso y fue corriendo a ver cómo iba. Treinta minutos después, devolvió la llamada a Bernd. Los dos quedaron asombrados con el resultado: tras 75 000 cambios de carga, el portabebés estaba perfectamente intacto. Solo se apreciaban unas pequeñas marcas debidas al rozamiento. El prototipo había pasado la prueba con sobresaliente.
De esta manera, nuestro producto recibió el sello de certificación de la TÜV, con lo que fuimos los primeros del mundo en fabricar un portabebés que hubiese superado pruebas de seguridad.
LOS REQUISITOS DE RENDIMIENTO QUE DEBE SUPERAR EL KID COMFORT PARA OBTENER EL CERTIFICADO TÜV:
- evaluación de la seguridad química en las pruebas de migración
- la durabilidad del material en las pruebas de mordida
- funcionalidad del dispositivo de bloqueo de la pata de cabra después de 300 usos
- prueba de estabilidad con maniquí de niño en una superficie con un ángulo de 12°
- ausencia de signos de desgaste del sistema de transporte tras 50.000 cambios de carga
- el arnés de seguridad ajustable no debe desengancharse después de seis giros completos por encima de la cabeza con un maniquí abrochado
- la pata de cabra no presenta riesgo de pellizco
- además de los requisitos estándar, el Kid Comfort debe superar una prueba adicional con 150.000 cargas de marcha con un peso de 24 kg
- calidad general del portabebés: cada dos años un miembro del personal de TÜV SÜD audita el proceso de fabricación
Le solicitamos que evaluara nuestros productos. No le resultó nada difícil al cirujano pediátrico, ya que su familia había utilizado portabebés durante años. La familia Bahr tiene tres hijas: Cari, Franci y Noa.
“Para nosotros es un modo de transporte más importante que el carrito”, explica Micha Bahr.
“El movimiento de vaivén les recuerda al tiempo que pasaron en el vientre de la madre y con eso se calman. Por supuesto, también les encanta ir subidos a la sillita, y el pelo de mamá y de papá también los tiene entretenidos”. Los estudios de investigación del cerebro demuestran que el movimiento de vaivén en tres dimensiones que se produce al caminar estimula el equilibrio de los bebés y los niños pequeños. “Es esencial para su desarrollo”, afirma el Dr. Bahr antes de concluir: “Sin duda, se puede afirmar que los niños desarrollarían la percepción de manera más saludable si no los lleváramos tanto en coche y camináramos con ellos a la espalda”.
Por eso, cuando sus hijas fueron capaces de sentarse por sí solas, cambiaron el fular portabebés por una mochila portabebés, y las niñas pudieron acompañar a sus padres por todo tipo de terrenos. Esta es su conclusión: “Con el desarrollo de los portabebés a finales de la década de los 90, deuter revolucionó la cultura del ejercicio para niños y padres por igual y, con ello, contribuyó al desarrollo neurofisiológico más saludable de los niños”.
Tras numerosos viajes de aventura, este cirujano pediátrico tiene una opinión bien fundamentada en relación con los portabebés: “Los sistemas de transporte deuter ofrecen un transporte ergonómico y muy cómodo para los padres, además de una postura sentada cómoda y muy segura para los niños. La sillita portabebés, el sistema de cinturón de seguridad y el acceso del niño son los mejores y los más seguros que existen ahora mismo en el mercado”.
No obstante, todavía había posibilidades de mejora. Fruto de su propia experiencia, el Dr. Bahr ofreció sugerencias muy valiosas. Cuando su hija mayor cumplió un año, subieron al Hochgrat. “Pero cuando llevábamos una hora, empezó a gritar tanto que tuvimos que calmarla”, recuerda. Gritaba porque se la había quedado dormida la piernecita. Para evitar que esto vuelva a suceder, hemos incluido reposapiés de altura ajustable en nuestros nuevos portabebés: si no llevan las piernas colgando, no se comprimen los nervios ni la circulación, se mantienen más calentitos y no se les duermen las piernas. Además, los reposapiés son flexibles y animan al niño a dar pataditas, lo que a su vez favorece la circulación de la sangre.
Gracias a este diseño flexible, conseguimos resolver uno de los problemas de seguridad más graves: con nuestros nuevos reposapiés, los pequeños no pueden hacer fuerza para levantarse ni pueden mecer el portabebés, algo que sería peligroso. Esto solo fue el principio: el Dr. Bahr nos comunicó sus sugerencias y cuatro desarrolladores de productos de nuestro equipo se pusieron manos a la obra. Ahora es fácil ajustar la altura de la sillita que va en el interior del portabebés de manera que se ensancha a medida que sube para ofrecer una postura adecuada para cada edad. El cirujano pediátrico está impresionado: “Es una solución muy ingeniosa. El ángulo de la articulación de la cadera y, por tanto, las ramificaciones nerviosas y de la circulación sanguínea, cambian a medida que crece el bebé. Cuanto menor es el niño, más separadas debería tener las piernas al sentarse”.
La nueva almohadilla para el mentón viene con un diseño ergonómico y ofrece un apoyo adicional a la cabecita del bebé cuando se queda dormido. Casi medio año después de las conversaciones con el cirujano pediátrico Bahr, se fabricaron los prototipos y llegaba el momento de la fase siguiente.